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12 de junio de 2009

Desnudando mi corazón...

He aquí unas palabras,
afloradas desde mi interior
que quiero compartir con vosotros
con todo mi corazón.

Necesito ser escuchada,
necesito ser comprendida,
necesito tanto amor,
necesito tantas caricias.

Estoy cansada de soñar despierta,
cansada de que mañana será un día mejor,
cansada de querer lo posiblemente alcanzable,
pero ese día, no acaba de llegar.

Sigo sintiendo un vacío,
un huequito en mi humilde corazón,
que espero que pronto alguien ocupe
para que alivie este dolor.

Alguien que con su mirada me conquiste,
alguien que se interese de verdad,
pues el amor y la amistad más pura
son los que juegan sin maldad.

No quiero falsas palabras que,
mi corazón puedan dañar,
mejor déjenlo en su sitio y,
vivir con tranquilidad.

Creo que no pido tanto
y que el momento llegará,
pues ahora agradezco a la vida
lo que tanto me enseña y me da.

Cuando intento hacerme un hueco,
en esta sociedad,
siempre hay algo que vuelve
a echarme para atrás.

LAURA-SUJAMI.


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21 de abril de 2009

UN FINDE BRILLANTE

Este fin de semana he estado de viaje por Salamanca. El motivo fue la graduación de mi hermano mayor, el cual está finalizando los estudios de Psicología. Días antes, en casa, estábamos con los preparativos del viaje. Preparando las ropas, calzados, abrigos, bolsas de aseo y demás artilugios menores que siempre te acompañan: ¡que no se olvide la cámara de fotos y el cargador del móvil, el paraguas…! Las madres como siempre, pendientes de todos en la casa y de que quedara arreglado para la vuelta; pendiente de unos bocatas para el camino, las últimas compras y… el viernes nos levantamos y emprendimos el camino hacia Salamanca.

El viernes, cansados del viaje, llegamos a casa y descansamos un poco. Por la tarde nos fuimos a pasear por la calles de Castilla. A la noche, tocó descansar pues teníamos que madrugar. Así fue, a las 8 de la mañana del sábado, todos en pie. Mientras unos desayunaban, los otros se duchaban para luego intercambiar. Mamá planchando las ropas y vistiendo de gala al anfitrión de la fiesta. Todos listos y preparados nos dirigimos hacia la Facultad de Psicología de Salamanca.
Decenas y decenas de personas congregados en las puertas, pasillos, aulas de la facultad. Las chicas guapísimas con sus vestidos y ellos trajeados. Empezaba así un gran día. Una recompensa o recogida de méritos después del esfuerzo hecho durante 5 años de carrera; esfuerzo intelectual, esfuerzo emocional, esfuerzo económico…

En el aula de celebración, dos eran los asistentes invitados a pasar, lógicamente entraron mis padres. Para los demás familiares se habilitaron diferentes aulas con grandes pantallas y poder seguir el acto en directo a través de internet. El acto comenzó con un discurso del Decano de la Facultad al cual le sucedieron otros profesores. Todos dictaron un discurso que realmente ponía los pelos de punta. Hubo mucha emoción ( y eso que yo estaba en la otra aula) pero mis padres me la confirmaron. Lloraban de alegría, de emoción pues también era un homenaje para ellos para que vieran, hasta ahora, donde ha llegado su hijo y lo que aún le queda por recorrer. Todos los esfuerzos hechos durante estos 5 años se vieron en ese momento recompensados. Mi madre se acordó especialmente de familiares que nos han dejado durante estos años, sintió anhelo. El acto fue muy variopinto. Hubo pequeños discursos, la intervención de una alumna que cantó un par de canciones que no pasaban desapercibidas (fue realmente emotivo), también intervino un coro, una pareja de alumnos relatando hechos anecdóticos en forma de cómic y por supuesto, la imposición de insignias de becas a los alumnos de Psicología.

Finalizó el acto, los alumnos se veían pletóricos por los pasillos, llenos de ilusión, disfrutando de un día que nunca llegas a imaginarte como será hasta que realmente lo vives, haciéndose fotos con los compañeros, charlando con los familiares de sus compañeros, recibiendo felicitaciones… Después de tomar un aperitivo en la facultad nos fuimos a comer por el centro a lo que nos acompañó una persona que ha influido en el camino de mi familia, estar con él es casi como decir “andar por casa”. Este chico es Cristian, el cual tuvo varios detalles con la familia ese día. La familia, hemos pasado un fin de semana diferente, especial, muy gratificante, lo hemos pasado genial. El fin de semana culminó con la celebración de la boda de mi prima, en Portugal. Tuvimos una comida el domingo, Todo salió muy bien, perfecto, un fin de semana, redondo!

A parte de todo esto, lo que me quedo de este viaje es con mi aguante físico, con mi fuerza, con la plenitud y felicidad que sentía, a pesar del cansancio. Esto es muy importante para mí puesto que he descubierto un poco más mi interior, he aprendido algunas cosas, he sabido valorar con más fuerza el presente. Antes, era impensable que yo pudiera hacer todo lo que he hecho estos 3 días, pero como bien digo, eso era antes, porque AHORA PUEDO, QUIERO Y LO APLICO.
Mi gran sorpresa: la plenitud y felicidad que he sentido, el bienestar y la tranquilidad de que todos estuviéramos juntos y bien y sobre todo mi aguante físico. Creo que la clave está en VIVIR CON INTENSIDAD EL MOMENTO PRESENTE. VÍVANLO!

19 de enero de 2009

Presentación

El motivo de poner en marcha esta web personal, es poder compartir con todos vosotros algunas de las experiencias que he vivido, poder expresar sentimientos y emociones.
Voy a relatar brevemente lo que ha sido mi vida para que conozcáis un poco más de mí.

Soy una chica oliventina, de 23 años, diplomada en Relaciones Laborales, alegre, divertida, empática, amiga de sus amigos, con sentido del humor y muy cariñosa.
Me considero una persona luchadora, valiente, difícil de rendirse ante lo que realmente me importa y muy responsable. Soy inquita, necesito tener una actividad, algo en lo que pensar, para ello fijo unas metas y objetivos en mi vida personal y profesional.

Hasta los 19 años de edad, he disfrutado mucho de la vida, de las cosas que puede disfrutar una persona joven de esa edad en un mundo aún inmaduro e ingenuo y metida en la burbuja en la que se vive. Me lo he pasado muy bien con los amigos disfrutando de las fiestas, ferias, carnavales, vacaciones, navidades, etc., un mundo "sin problemas" y lleno de ilusión hasta que un día me cambió la percepción del mundo.
A los 19 años, fui teniendo una serie de turbulencias (por echarle guasa) en mi salud hasta que me diagnosticaron una enfermedad llamada "síndrome de Budd-Chiari" (enfermedad muy poco común en adolescentes).
En aquellos tormentosos días, mi cabeza no encontraba respuestas a la cantidad de preguntas que me hacía. Fueron días muy duros, cada vez más grises y turbios. No sabía lo que me estaba pasando, no entendía nada, no sabía que pasaría con mi vida pero a lo que estaba dispuesta era a luchar, a echarle un par de ovarios y no dejarme llevar por la "flojera" y un pozo sin profundidad en el que es mejor no asomar ni la cabeza. Emprendía así un camino nuevo para mí, una montaña que había que escalar la cual cada vez me costaba más, no encontraba la cima.

Con mucho valor y coraje, actualmente, trato de encontrarla, sé que lo estoy consiguiendo y que la alcanzaré. Sobre ello, os escribo en el siguiente apartado.